Vivimos en una sociedad que tiende a desnaturalizarse. Prueba de ello es la percepción común del embarazo como enfermedad o posteriormente el extrañamiento ante la lactancia. Nada más lejos de la realidad. Por lo general los embarazos no limitan a la mujer más allá de lo que podría “limitarla” mantener una serie de hábitos saludables.
El post de hoy lo dedicamos todas esas mujeres que atraviesan ese mágico momento y que se merecen como nadie el estado de bienestar que reporta un masaje relajante, descontracturante y circulatorio.
Bien es cierto que durante el embarazo la mujer experimenta una serie de cambios tanto estructurales como psicológicos. Algunos de estos cambios pueden resultar incómodos y los masajes prenatales ayudan a reducir enormemente algunas de estas molestias con un sinfín de beneficios a partir del cuarto mes de gestación:
- Alivian los dolores de espalda producidos por el aumento de peso.
- Combaten los cambios anímicos causados por las hormonas.
- Estimulan la circulación ayudando a mantener la presión arterial en umbrales de normalidad.
- Favorecen la elasticidad de tejidos, con lo que previenen la aparición de estrías.
- Alivian los síntomas de malestar muscular, calambres, tensión y rigidez.
- Favorecen la regulación del movimiento intestinal.
- Combaten la retención de líquidos...
¿Tu pareja, amiga, hermana o hija está embarazada y quieres procurarle bienestar? ¿Por qué no le regalas un masaje?
Estudio Quirom te da la posibilidad de tener un detalle fabuloso porque nosotros también celebramos la natalidad.
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